Cada vez que Nanny se les acercaba, su perro ladraba y no se detenía. De hecho, los ladridos podían durar horas. Algo estaba viendo que no le agradaba.
La mujer había contratado a una niñera, pero comenzó a sospechar de ella. Por lo que un día decidió instalar una pequeña cámara en la cuna de su bebé. Y cuando vio el video, ¡inmediatamente despidió a la niñera!
Algo no está bien
El perro de Susan empezó a ladrar con fuerza tan pronto como Nanny apareció en la puerta. No fue un comportamiento normal. Sí, su perro era grande, pero este gigante era muy tranquilo.
Sin embargo, la presencia de esta mujer lo hacía gruñir y ladrar sin cesar. Nanny parecía una chica tranquila y agradable, por lo que era muy extraño su comportamiento. Para averiguar lo que estaba pasando, Susan instaló una cámara oculta en la cuna de su hijo.
La grabación mostró toda la verdad…
Instinto maternal
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Susan era madre soltera y la idea de dejar a su hijo con un extraño no le agradaba mucho, pero no tenía otra opción. Para llegar a fin de mes y cuidar a su bebé, se vio obligada a trabajar tiempo completo.
No era tan simple, por lo que Susan tuvo que recurrir regularmente a la ayuda de una niñera para que cuidara a su hijo durante varias horas.
Aun así, sintió que algo no estaba bien.