Gran enredo
Era algo rosado, grande y pegajoso. La pesadilla de todo peluquero y, por supuesto, de un cliente. Había un gran trozo de chicle en el cabello de Kimberly. En este punto, su cabello estaba completamente enredado.
Kimberly casi se echa a llorar porque sabía exactamente cuándo sucedió. Estaba tan ocupada planeando este día que se quedó dormida un momento en el suelo, entre los juguetes de su hermana menor, que también dormía a su lado. Tenía que ser obra de ella. “¡Nunca me libraré de él!”
Una gran noche
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La peluquera caminó hacia la parte trasera de la tienda. Su peluquera conocía a una mujer a quien llamaban policía de moda y que casi siempre conocía las soluciones a los problemas de belleza.
La cura milagrosa en este caso es un producto que casi todo el mundo tiene en su cocina. ¡Mantequilla de maní!
La peluquera lo untó con cuidado sobre el cabello de Kimberly y, después de una sesión de poco más de una hora, toda la suciedad rosa desapareció. A pesar de esta desagradable aventura, Kimberly lució maravillosa en la fiesta. Incluso, recibió su primer beso. Fue una noche mágica y todo gracias a un maravilloso limpiador: ¡Mantequilla de maní!