Una joven fue a su peluquera ese día para un corte y un peinado sencillo, pero obtuvo mucho más de lo que esperaba.
Aconteció que cuando la peluquera le peinó el cabello hacia un lado, ¡gritó! Algo se escondía debajo de su cabello. Algo que no debería tener en lo absoluto. Y cuando finalmente descubrieron qué era, ambas se pusieron histéricas.
No tuvieron más remedio que llamar a la policía…
Todo marchaba bien
Kimberly era una adolescente normal, con necesidades típicas. Le encantaba salir y estaba enamorada del chico más popular de la escuela. Por lo tanto, quería verse especialmente hermosa ya que la había invitado al baile de graduación de la escuela secundaria.
Tenía que lucir lo mejor posible esa noche. Se hizo un bonito maquillaje, se pintó las uñas y se compró un hermoso vestido. Solo le quedaba una cosa por hacer, peinar su cabello. ¡Y fue durante esta actividad que todo salió mal!
Algo inesperado
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Kimberly quería ponerse en el pelo un moño apretado. Un peinado sencillo pero elegante que combinaba a la perfección con su vestido y sus joyas. La peluquera partió por la mitad su cabello de un solo golpe, pero después de solo unos segundos, el peine se detuvo y la peluquera abrió la boca.
Algo se le pegó a la cabeza de su cliente. Algo que había estado escondido en el cabello todo este tiempo pero que ahora era perfectamente visible. Kimberly no podía ver qué había asustado tanto a la peluquera, estaba comenzando a sentir pánico.
“¿Qué está sucediendo? ¿Qué ves en mi cabeza?”