Llegar a lo más profundo
El objetivo de los miembros de la tripulación fue profundizar bajo las olas cerca del Polo Sur. Es algo que ninguna expedición en la historia de la humanidad haya hecho anteriormente.
Sin embargo, este no fue un plan improvisado. Se dedicaron dos años de cuidadosa investigación para encontrar el momento y el lugar perfecto para realizar la inmersión. Y hay una muy buena razón para ello. Increíblemente, sabemos más sobre otros planetas de nuestro sistema solar, que sobre el suelo oceánico de la Tierra.
Conocemos más sobre la superficie de Marte
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De hecho, se ha logrado mapear la superficie de Marte con mayor detalle que los suelos de los mares que nos rodean. Para poner eso en perspectiva, la distancia promedio entre Marte y la Tierra es de 140 millones de millas.
En contraste, la profundidad promedio del océano es de poco más de 12.000 pies, que es alrededor de dos millas. Pero si crees que eso hace que parezca que la inmersión bajo la Antártida fue simple, estás muy equivocado. Para empezar, los científicos tuvieron que encontrar el mejor lugar para realizar su descenso.