Babar, un elefante joven, fue rescatado de los cazadores furtivos. Como no se podía devolver a la naturaleza en ese momento, se colocó en un santuario de elefantes para que pudiera estar seguro. Aquí lo cuidaba todos los días el mismo hombre.
Babar creció bajo su tutela y pronto se hicieron amigos inseparables. Hasta que un día su cuidador tuvo que regresar a su tierra natal. Les tomó 9 años volver a verse y entonces sucedió algo que nadie esperaba.
Su amigo elefante
Harold regresa a la India por primera vez en 9 años. Hace más de dos décadas que había ido a trabajar como cuidador en un santuario de elefantes cerca de Nueva Delhi, la capital de la India.
Regresó a la India para hacer un viaje turístico, pero sobretodo para volver a ver a su amigo Babar. A quien recordaba con mucho cariño. Sin embargo, no sabía que Babar no estaba en buenas condiciones.
Deprimido
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Babar estaba muy deprimido y delicado. Desde hace meses que no había querido salir de su jaula y le costaba llevarse bien con otros elefantes. La partida repentina de Harold lo había trastornado mucho, pues era su cuidador desde muy pequeño. Depués de que él se fue, el elefante no volvió a ser igual otra vez. Nada ni nadie podía consolarlo. Pero muy pronto cambiarían muchas cosas en la vida de Babar.