El museo local
Para rendir homenaje a John, Charlotte logró ponerse en contacto con un amigo suyo, que trabajaba en un museo local. Ella pudo conseguir que las pinturas de John se colgaran allí a cambio de una donación. El sueño de John siempre había sido exhibir sus pinturas en un museo y su deseo fue concedido.
Sin rencor
- Publicidad -
Aunque le habían mentido toda su vida, Charlotte no tenía resentimientos contra su marido. Sabía que él había hecho esto por una buena razón y también lo entendía. Estaba convencida de que estaría en el cielo y podía decirle que lo que había hecho estaba bien.
* Esta es una historia creada con fines de entretenimiento. *