Lily se despertaba muy temprano para poder preparar el desayuno para su esposo e hijos. A ella no le importaba trabajar por sus niños, pero su marido no estaba muy agradecido, a menudo la insultaba. Por eso Lily comenzó a cansarse de su vida actual.
Anhelaba un cambio en su vida y muchas veces pensó en dejar a su esposo. Pero ella realmente lo amaba y sabía que un divorcio afectaría a los niños. Así que siguió luchando, no tenía idea la suerte que tendría al encontrar una bolsa.
No hay remedio

Antes de ir a trabajar, Lily dejaba preparada la comida del día a su familia, porque sabía que llegaría tarde. Estaba verdaderamente comprometida con su familia, pues los amaba.
El destino tiene su propia forma de bendecir a personas como ella. Después de que terminó de cocinar, llegó el momento de ir a su segundo trabajo. No le gustaba esta situación, lo ocupada que estaba todo el día, pero sabía que tenía que hacerlo.
Su propio negocio
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Después del nacimiento de Leah, el salario de su esposo no era suficiente. Fue entonces cuando Lily supo que tenía que hacer su propio dinero y Mark odiaba esa idea. Lily decidió iniciar un pequeño negocio de limpieza y trabajar para la gente de su vecindario.
Sus precios bajos, junto con su sentido de la perfección, le dieron más trabajos en el área. Ahora estaba tan ocupada que a menudo llegaba a casa muy tarde.